EL FASCINANTE VIAJE DEL QUESO: HISTORIA, CULTURA Y EVOLUCIÓN A LO LARGO DE LOS SIGLOS

El queso es un alimento que ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, evolucionando con las civilizaciones y convirtiéndose en un elemento fundamental en la gastronomía mundial. Su historia está llena de descubrimientos accidentales, influencia cultural y una expansión que lo ha llevado a ser parte esencial de innumerables tradiciones culinarias. Desde su origen incierto hasta su papel en la globalización, en este artículo exploraremos cómo el queso ha marcado la historia y la cultura de la humanidad.

LOS PRIMEROS PASOS DEL QUESO: ORIGEN Y LEYENDAS:

Aunque no existe un registro exacto de su invención, la mayoría de los historiadores coinciden en que el queso nació hace más de 8.000 años, en el neolítico. Su descubrimiento probablemente ocurrió de manera accidental cuando los primeros pastores transportaban leche en recipientes hechos con estómagos de animales. Las enzimas presentes en estos órganos habrían provocado la coagulación de la leche, separando el cuajo del suero y dando lugar a queso primitivo.

Una de las leyendas más populares sobre su origen cuenta que un mercader árabe, en un largo viaje por el desierto, llevó leche dentro de un odre (una bolsa hecha con piel de animal). Al cabo de unas horas, la leche se había separado en una sustancia sólida y otra líquida. Con hambre y sin más opciones, el comerciante probó la parte sólida y descubrió que no solo era comestible, sino también deliciosa y fácil de conservar.

A lo largo de la historia, muchas culturas han incluido el queso en su mitología. En la antigua Grecia, Aristóteles mencionó la existencia de quesos elaborados con leche de distintos animales, y Homero, en La Odisea, describió cómo el cíclope Polifemo fabricaba queso en su cueva.

EL QUESO EN LAS CIVILIZACIONES ANTIGUAS.

Los primeros registros escritos sobre el queso provienen de Mesopotamia, donde se han encontrado tablillas sumerias de hace más de 4,000 años que mencionan su producción. También en el Antiguo Egipto aparecen representaciones de personas elaborando y almacenando queso, lo que sugiere que este alimento ya formaba parte de su dieta cotidiana.

En Grecia, el queso era considerado un alimento fundamental para atletas y guerreros, y se mezclaba con miel, frutos secos y vino. Uno de los primeros quesos con un proceso documentado fue el feta, que los griegos elaboraban con leche de cabra u oveja.

Los romanos, por su parte, perfeccionaron las técnicas de maduración y experimentaron con diferentes sabores y texturas. Su dominio del queso se expandió junto con su imperio, llevándolo a regiones tan diversas como Hispania, la Galia y Britania. En esta época, la producción se diversificó, y se comenzó a utilizar el queso como moneda de intercambio en algunos mercados.

EL PAPEL DE LOS MONASTERIOS EN LA PRODUCCIÓN QUESERA.

Durante la Edad Media, los monasterios jugaron un papel clave en la conservación y evolución de la producción quesera. En un tiempo en que las guerras y la inestabilidad política amenazaban muchas prácticas agrícolas, los monjes se encargaron de mejorar las técnicas de maduración y crearon algunas de las variedades más famosas que aún disfrutamos hoy.

Los monjes benedictinos y trapenses, por ejemplo, desarrollaron quesos como el Munster en Francia y el Taleggio en Italia. En Suiza, los monasterios fueron responsables de la creación del Emmental y el Gruyère. Estos quesos eran no solo una fuente de alimento, sino también un producto valioso para el comercio.

En esta época, el queso empezó a formar parte de rituales religiosos y celebraciones. Algunos monasterios lo consideraban un alimento especial para la Cuaresma, ya que proporcionaba nutrición sin necesidad de comer carne.

EL QUESO Y SU EXPANSIÓN CON LA GLOBALIZACIÓN.

Con la llegada de la Edad Moderna y los viajes de exploración, el queso comenzó a expandirse más allá de Europa. Los colonizadores llevaron técnicas queseras al Nuevo Mundo, donde la producción se adaptó a nuevas condiciones climáticas y tipos de leche.

En América, las comunidades de inmigrantes europeos introdujeron recetas tradicionales que evolucionaron con el tiempo, dando lugar a quesos como el cheddar en EE.UU. y el asadero en México. En Argentina, los inmigrantes italianos llevaron la tradición del queso provolone, que luego se convirtió en el famoso provoleta a la parrilla.

Hoy en día, el queso es un elemento esencial en la gastronomía global, con miles de variedades adaptadas a los gustos y costumbres de cada cultura. Desde los sofisticados quesos franceses como el Brie y el Roquefort hasta los frescos y suaves quesos mexicanos como el Oaxaca y el Panela, este alimento sigue evolucionando con la creatividad de los productores y consumidores.

CONCLUSIÓN: UN LEGADO QUE PERDURA.

El queso ha acompañado a la humanidad durante milenios, evolucionando de un descubrimiento accidental a un símbolo gastronómico global. Su historia refleja la creatividad de las diferentes culturas que lo han producido y disfrutado. Desde los antiguos egipcios hasta los monasterios medievales y los mercados contemporáneos, este alimento ha sido parte fundamental de nuestra dieta y nuestra historia.

Hoy, la producción artesanal sigue coexistiendo con la industrial, y la pasión por el queso no deja de crecer. Ya sea en una tabla gourmet, derretido en un plato tradicional o como parte de nuevas creaciones culinarias, el queso continúa siendo un placer universal que une a las culturas a través del tiempo.

En QUESOMENTERO, celebramos esta rica historia y cultura, ofreciendo un espacio donde los apasionados del queso pueden descubrir más información y aprender sobre el mundo del queso, explorar nuestras recetas y conectar con la tradición quesera de todo el mundo. Ya seas un experto catador o un curioso aficionado, aquí encontrarás todo lo que necesitas para seguir disfrutando de este maravilloso alimento que ha acompañado a la humanidad durante milenios.

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